¿Qué vale más, un kilo de piedra o un kilo de oro?

La respuesta, para Adolf Loos, en su texto Los materiales de Construcción, es ridícula, aunque solo para el comerciante, pues para el artista el material bruto carece de valor sin la elaboración que le sucede hasta convertirse en obra de arte o arquitectura. Y así, hablar de calidad, significa hablar también de trabajo.

“Esta gente dice material y piensa en el trabajo. La fuerza de trabajo humano, habilidad artística y arte. Porque el granito requiere un gran trabajo para arrancarlo de la montaña, gran trabajo para transportarlo a su destino, trabajo para darle forma correcta, trabajo para prestarle un aspecto agradable mediante el pulido y el bruñido. Y, ante un muro de granito pulido, nuestro corazón experimentará un respetuoso estremecimiento. ¿Ante el material? No, ante el trabajo humano (…)»

Y sigue así citando en su obra Los materiales de Construcción: «(…) Entonces, ¿el granito sería más valioso que el mortero? No se ha dicho esto; ya que una pared con decoración de estuco de Miguel Ángel dejaría en la sombra al muro de granito mejor pulido. No sólo la cantidad, sino la calidad del trabajo realizado cuenta para valorar un objeto.”

Por eso, Mundo Pétreo es sinónimo de mimo; de cuidadoso detalle. Y no sólo porque nos guste lo que hacemos o porque lo digamos nosotros, sino porque consideramos que la calidad es algo más que la elección de buenos materiales.

Y es precisamente así como queremos que nuestro trabajo sea valorado y recordado: no sólo por todos esos materiales únicos y especiales por los que nos recorremos el mundo para encontrarlos y descubrirlos a la humanidad, sino porque, como Loos decía, requiere un gran esfuerzo y dedicación extraer cada uno de ellos de su lugar de origen con mucho, muchísimo cuidado para no dañar su magnífica textura lo más mínimo y posteriormente embarcarlos en larga travesía hacia su nuevo hogar.

Allí pasará de ser una roca a ser una obra de arte ante la cual “nuestro corazón experimentará un respetuoso estremecimiento. ¿Ante el material? No, ante el trabajo humano.”